REFLEXIÓN DE MI PRINCIPAL FORMADOR ESPIRITUAL
Es cierto que somos los amados, pero tenemos que convertirnos interiormente en amados.
Es cierto que somos hijos de Dios, pero tenemos que llegar a serlo interiormente.
Es cierto que somos hermanos y hermanas, pero tenemos que llegar a serlo interiormente.
Si todo esto es cierto, ¿Qué asidero podemos hallar que nos ayude en este proyecto?.
Si la vida espiritual no es simplemente el camino de ser, sino el camino de llegar a ser,
¿cuál es la naturaleza de este llegar a ser?.
Convertirse en amado significa hacer realidad que nuestra condición
de amados se concentra en todo lo que pensamos, decimos o hacemos.
Esto inicia un largo y penoso proceso de apropiación o, para expresarlo mejor, de encarnación.
Si el “ser amado” es sólo poco más que un hermoso pensamiento o una idea que planea sobre mi vida para ayudarme a no caer en la depresión, no se da ningún cambio radical.
Lo que se requiere es convertirse en el amado en las situaciones comunes de mi existencia diaria y, poco a poco, llenar el vacío que se produce entre lo que sé que debo ser y las incontables y específicas realidades de mi vida. Convertirse en amado es hacer descender la verdad que se me ha revelado a la realidad ordinaria de lo que soy de hecho, a lo que pienso, hablo y hago hora tras hora.
Henri J. M. Nouwen
TU ERES MI AMADO, pp. 28-29 . ISBN: 84-288-1180-6