LO QUE LE ENSEÑÓ LA VIDA
La
vida no es justa, pero aún así es buena.
La
vida es demasiado corta para perder el
tiempo
odiando a alguien.
Tu
trabajo no te cuidará cuando estés enfermo.
Tus
amigos y familia, sí. Mantente en contacto.
No
tienes que ganar cada discusión. Debes estar de
acuerdo
en no estar de acuerdo.
Llora
con alguien. Pero procura aliviar más que llorar.
Haz
las paces con tu pasado para que no arruine el
presente.
No
compares tu vida con la de otros. No tienes ni idea de
cómo
es su travesía.
Elimina
todo lo que no sea útil, hermoso o alegre.
Nunca
es demasiado tarde para tener una niñez feliz,
pero
la segunda sólo depende de ti.
Enciende
las velas, utiliza las sábanas bonitas, pon la
lencería
cara. No la guardes para una ocasión especial.
Hoy
es especial.
Nadie
es responsable de tu felicidad, sólo tú.
Enmarca
todo supuesto "desastre" con estas palabras:
"En
cinco años, ¿esto importará?"
Lo
que las otras personas piensen de ti, no te incumbe.
El
tiempo sana casi todo. Dale tiempo al tiempo.
Por
más buena o mala que sea una
situación,
algún día cambiará.
No
te tomes tan en serio. Nadie más lo hace.
No
cuestiones la vida. Sólo vívela y aprovéchala
al
máximo hoy.
Todo
lo que verdaderamente
importa
al final es que
hayas
amado.
Si
juntáramos nuestros problemas y viéramos
los
montones de los demás,
querríamos
los nuestros.
La
envidia es una pérdida de tiempo.
Tú
ya tienes todo lo
que
necesitas.
La
vida no está envuelta con un lazo pero sigue
siendo
un regalo.
Regina Brett