NECESITAMOS SENTIRNOS AMADOS
La
comida y el refugio no nos bastan.
Necesitamos
el contacto con los demás,
y
necesitamos amor.
Si de repente careciéramos de nuestras
fuentes
de afecto, de ternura, de amor…,
nos
marchitaríamos tanto como si nos
faltase
nuestra propia comida.
Todos
hemos escuchado historias
de
niños que crecen enfermos y débiles
en
orfanatos, a pesar de que se les
alimente,
se les vista de forma adecuada,
tengan
una higiene correcta, etc.
Al
igual que ellos, necesitamos del amor
que nos
aportan
otras personas y del amor divino,
del
mismo modo que el aire que respiramos
o
que los alimentos que tomamos.
Cuantos
más sean nuestros lazos de amor con el
mundo
exterior, más amor tendremos en nuestro
mundo
interior, sintiéndonos más vitales, más
tiernos,
más alegres…
Por
todo ello:
No
abandones esos verdaderos amigos
por
los que hoy te sientas amado, aun sabiendo
que,
con las vueltas de la vida, pueden
abandonarte.
No
pierdas las ganas de vivir con amor, aun
sabiendo
que la vida es, en muchos momentos,
dolorosa.
No
dejes escapar tu decisión de ayudar con
amor a los
demás,
aun sabiendo que muchos serán incapaces
de
ver, reconocer y agradecer esa ayuda.
Permanece
en el amor aun
sabiendo
que innumerables fuerzas te empujarán
para
que pierdas tu equilibrio.
Abraza
cada vez más fuerte, aun sabiendo
que
un día tus brazos se volverán más débiles.
Regala
ese gran amor
que
habita en tu corazón, aun sabiendo
que
muchas veces puede ser incomprendido
utilizado,
sometido y hasta rechazado.
Joseph
Falcky