EL ACTO DE MURMURAR.
Murmurar:
delicioso manjar, al que es difícil resistirse, popular pasatiempos…¿Quién no
ha participado en alguna que otra murmuración, a veces maliciosa acerca de
asuntos personales de otros?. ¡Qué lejos estamos de entender que al murmurar
puede disminuir el sentido de nuestra autoestima!. Y, ¿Por qué?: cuando se
murmura no se está actuando con integridad.
La
prudencia es importante en la vida de todas las
personas. Aquellas que usan bien la palabra, edifican, mientras que
quienes la utilizan mal, destruyen.
Despierta
a la gran fuerza interior que reside en ti. Los brazos acogedores de tu luz
interior te envuelven y te mantienen a salvo. Abandona ese instinto de
controlar cualquier persona a tu alrededor. Recuerda que los pensamientos y
sentimientos son de las pocas cosas que
puedes controlar en tu vida.
Siempre
que dos o más personas se unen con un espíritu de colaboración y respeto, la sinergia, el caminar juntos..,
permiten que la empatía se manifieste
rápidamente.
Al
tratar de entender a las personas muy cercanas, a quienes se ama profundamente,
sin intentarlos controlar o cambiar, se cultivan verdaderas amistades: éstas no son gratis.
Los
sentimientos deben fluir de forma natural, alimentándose de buenos detalles. Si
mantenemos odio y rencor en nuestro corazón, será imposible ser feliz. Lo
maravilloso del perdón no es que libera
al otro de su eventual culpa, sino que libera nuestra alma del sufrimiento .
Aléjate
de las murmuraciones, que la vida es muy bella como para mantener sentimientos
negativos en nuestro camino.
Joseph
Falcky